A los catorce años ya arrastraba una maleta con material fotográfico como ayudante de mi hermano, fotógrafo profesional, ¡pesaba más que yo!.
Mis ganas de aprender hicieron que no tardara mucho en pasar de coger la maleta a sostener en mis manos una cámara.
Desde entonces hasta hoy, mi vida ha sido y sigue siendo la fotografía.
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